martes, 27 de febrero de 2018

Etapa 1. Manila

Etapa 1ª Manila

El avión nos deja en el aeropuerto de la capital filipina a las 11 horas 10 minutos del día 7 de marzo. Tras la recogida de equipajes y los trámites aduaneros iniciamos nuestra aventura asiática.

 
Manila nos recibe con 35 grados de temperatura, humedad ambiental y bochorno callejero, acompañado de un tráfico caótico donde los coches compiten con los triciclos, una especie de bicicleta con sidecar, los yeepneys y las motos. Se avanza a toque de claxon y se permite el regateo, el adelanto y el quítate que voy, Estos manileños, y creo que en general los filipinos, son gentes que se toman la vida aceptando su situación personal con resignación o con un silencio que apabulla. 
Manila es una ciudad repleta de contrastes. Conviven la modernidad y los barrios de administración y negocios (Makati) con los barrios donde conviven los residentes con negocios de supervivencia. Otros barrios, que no señalaremos, son la viva imagen del abandono, la infravivienda y el riesgo sanitario.  Las tiendas abundan por doquier y los tenderetes inundan las calles. Se diría que no hay vecino ocioso y que cada uno se las apaña como puede. 



                                                      Río Pasig


 Manila es, junto con su área metropolitana, un gigante urbano. Nos cuentan que tiene unos 20 millones de habitantes. Nosotros, en algunos momentos, especialmente en la llamada Divisoria Marquet, calle comercial por excelencia, nos pareció que la mayoría había salido a la calle al mismo tiempo.
Cerca de Malate, barrio que hemos elegido para hospedarnos, se encuentra el parque Rizal y el barrio de Intramuros. Se trata de un gran recinto amurallado, la antigua Manila, defendido por un imponente muro de defensa y el fuerte de Santiago con sus baluartes.



                                                  Fuerte Santiago

Más al norte encontramos con el río Pasig, caudaloso y de aguas color chocolate, que divide en dos la ciudad. Más al norte y sin solución de continuidad, se encuentra Quezón City, otra localidad difícil de distinguir de la propia Manila.

En Intramuros, uno de los barrios más visitados por el turismo, encontramos la catedral, reconstruida tras su ruina en la Segunda Guerra Mundial, la iglesia y monasterio de S. Agustín, que alberga los restos del conquistador y fundador de Manila Miguel López de Legazpi y el fuerte de Santiago.


                                               Iglesia de S. Agustín



En una capilla situada junto al altar mayor, del lado del evangelio, se encuentra la tumba del fundador de Manila en 1572, Miguel López de Legazpi. 





























                          Tumba de Miguel López de Legazpi, fundador de Manila

Si atravesamos el río Pasig por el puente Jones entramos en Chinatown y dentro de él la Divisoria Marquet, una infinita continuación de tiendas y tenderetes de todo tipo de cachivaches, frutas, artesanía y puestos callejeros de comida. La amalgama humana es difícil de describir pero conviven los comerciantes, los abastecedores y los zombis durmientes, así podemos llamar a los que sin pudor descansan en medio de la acera en medio del bullicio y del cláxon y el tránsito de los coches.

                                         Manila. Entrada a Chinatown




                                                Divisoria Marquet


Estos barrios dan cobijo también a las infraviviendas. En ellas la dignidad  pierde su sentido y la humanidad se ausenta avergonzada.





 Por contra, otros barrios, como Makati, son la imagen de la modernidad. Es la zona más moderna, es el,  barrio administrativo y de negocios, el lugar donde los grandes almacenes y los centros comerciales como Greenbelt cuidan los detalles, los jardines atendidos hasta la exuberancia, los controles permanentes de bolsos y bultos sospechosos por un ejército de guardias jurados...


                                            Jardines de Greenbelt. Makati



                                                          Makati

 La modernidad, el orden y la limpieza se dan cita también en uno de los mayores centros comerciales de Filipinas el Mall of Asia.





Muy cerca de la puerta de acceso a Intramuros se encuentra el Museo Nacional, un edificio que alberga en cuatro plantas colecciones de etnografía, cerámica y arqueología. Entrada gratuita.





Volvemos finalmente al barrio de Intramuros para despedirnos de Manila. Nos queda por delante un amplio recorrido por el norte de la isla de Luzón. Volveremos a la capital antes de abandonarla con destino a Cebú.








7 comentarios:

  1. Disfrutad del viaje y pasadlo bien, seguro que será una gran aventura. Gracias por compartirla con nosotros.

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  2. Muy interesante. Que todo os vaya bien y disfrutéis

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  3. Respuestas
    1. Muchas gracias Ángel. Hemos visitado algunas librerías y no he podido encontrar un sólo libro escrito en castellano.

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  4. Seguiremos estas nuevas lecciones de Geografía. Sí es posible, incluid alguna referencia a los árboles representativos. Todavía me acuerdo de la ceiba de la última expedición. ¡Buen viaje!

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