martes, 13 de marzo de 2018

Etapa2. Baler


Etapa 2. BALER

     Manila hasta Baler se hace en autobús nocturno. La empresa Yoy Express lo hace desde la terminal Génesis de Cubao, Quezón City. Tomamos uno de estos autobuses a la 1.00 a.m para acabar en Baler cinco horas después. Dicen de Baler que es una población de unos 28.000 habitantes. El turismo parece ser el principal motor económico de esta localidad. El pueblo crece lentamente pero de manera continuada. Se ven nuevas obras de alojamientos, restauración y tiendas por todas partes. Nadie habla español. Ni aquí ni en Manila hemos encontrado gente que nos hable en nuestra lengua. Parece que sólo los abuelos, la gente mayor, mantiene un  poco la lengua. Parece como si cuarenta años de presencia norteamericana hubieran acabado con más tres siglos de dominio español. El inglés y el tagalo son idiomas oficiales en filipinas y se hablan indistintamente.

 


 Baler es hoy una ciudad que vive para el turismo. Sus playas de arenas negras acogen a surfistas y bañistas por igual. Por cierto el surf, como el baloncesto son deportes de importación americana.
El recuerdo de España en Baler lo encontramos en la iglesia de S. Luis de Tolosa, S. Luis obispo, y en el museo (50 céntimos de euro la entrada) situado en la plaza pública de la localidad.



El museo de Baler muestra  en carteles explicativos, biografías, actas, cuadros y objetos, una colección de recuerdos de la resistencia de un grupo de soldados españoles en la iglesia de S. Luis de Tolosa. Nos ha parecido una muestra respetuosa y educada.





Merece la pena menciona, si quiera, algún nombre de los que hicieron leyenda en el sitio de Baler, especialmente el de Saturnino Martín Cerezo, teniente al mando del destacamento, natural de Miajadas (Badajoz).



Las calles de Baler adoptan un entramado regular en su centro. Son calles invadidas permanentemente por el circular de los triciclos, motos  de pequeña cilindrada con sidecar casero, que valen igual para transportar pasajeros como mercancías. Por un euro te transportan a cualquier lugar de la ciudad y te devuelve de regreso.


La vida de Baler se mueve alrededor de su plaza principal, aquí se encuantgran las tiendas, el ayuntamiento, una pequeña oficina de información muy precaria y la iglesia de S. Luis,. La costa en cambio, acoge los hoteles, albergues, restaurantes y otras tiendas.
En otra playa cercana se grabaron imágenes de la película Apocalipsis Now que, en Baler sirvió además para fomentar el deporte del surf.






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