jueves, 29 de marzo de 2018

Etapa 8. Singapur

Etapa 8ª. Singapur

   El vuelo de Air Asia que nos traslado desde Cebú-Mactán hasta Singapur, lo hizo en tiempo, las formas son otra cosa. Asientos con escaso espacio entre filas, ausencia de un pequeño refrigerio para las tres horas y media de vuelo. Eso sí, te sirven lo que tú queras si lo pagas y, además, promocionan productos y fomentan la venta de objetos, muñecos y emblemas de la compañía. Un marketing  que podrían ahorrarse. En fin, los vuelos de bajo coste tienen estos inconvenientes.
Singapur nos recibió con la noche ya iniciada, con el resplandor de su iluminación nocturna, con sus barcos en la bahía relucientes y con una temperatura para curar una pulmonía. Singapur nos recibió con una pulcritud insultante, con una atención aprendida en los mejores colegios ingleses y con un orden en las cosas y en los comportamientos insuperable.

                                             Chinatown

Elegimos Chinatown como nuestra primera toma de contacto con la ciudad. Singapur es multirracial, una ciudad abierta y educada ( se multa con 1000 dólares tirar un papel al suelo, no se permite comer o beber en la calle, tampoco comer chicle, y mucho menos tirarlo al suelo, no se le da de comer a los pájaros...). En Singapur se conduce por la izquierda y los coches tienen el volante a la derecha.
Chinatown es un barrio comercial, igual que Litle India. Pequeños negocios se reparten un espacio dedicado a la venta de tejidos, cerámica, ropa y mil enseres turísticos.
Al fondo de esa calle se encuentra el templo hindú de Mariamman. No es extraño coincidir con alguna ceremonia religiosa de ofrenda a los dioses.


                                        Templo hindú de Mariamman

Singapur es una ciudad estado, respetuosa con el medio ambiente. Las bloques de viviendas parecen salir desde dentro de un jardín inmenso. La ciudad es como un jardín continuo y, de entre ellos,  destacamos el Jardín Botánico. Plantas y animales conviven en un espacio que ocupa dos kilómetros de largo por quinientos metros de ancho. Lagos, vegetación exuberante propia de un clima lluvioso y, dentro de él, el jardín de las orquídeas, una maravilla que cuesta describir con palabras. La entrada al botánico es gratuita y para ver las orquídeas cobran a los jubilados un dólar.



                                           Jardín botánico


                                                  Orquídeas

Otra de las joyas de Singapur es la zona sur situada junto al puerto. Rascacielos de cristal hormigón e hierro compiten en belleza y altura y, de entre ellos, el Marina Bay Sands una maravilla de arquitectura, tres torres independientes de 55 pisos conectadas por una plataforma  superior a modo de terraza de 340 metros de larga construida a 200 metros de altura. En sus más de diez mil metros cuadrados se encuentran un mirador, un restaurante, un enorme jardín con cesped y árboles, una enorme piscina de 150 metros de larga...



                                               Marina Bay Sands





                                                   Garden by bay









                                                       Invernaderos




                                                  Museo de arte y ciencia


sábado, 24 de marzo de 2018

Etapa 7. Bohol - Panglao

Etapa 7ª. Bohol - Panglao


    Un ferry comunica Cebú con la isla de Bohol. Apenas dos horas de viaje y desembarcamos en el sur de esta gran isla de forma redondeada. Su capital, Tagbilarán nos recibió con un espectáculo de luz natural, un arco iris anular.



Bohol nos ha parecido una isla con un encanto natural, su naturaleza. Bosques y zonas agrícolas se alternan creando un tapiz con mil tonos de verde. Cocoteros, plataneras, calisays, bungavillas, bambúes gigantescos y arrozales flanquean las escasas carreteras de Bohol.



Getafe, Sevilla, Carmen o Pilar son el nombre de algunas de sus localidades. Sus atractivos, además de la vegetación, son las llamadas Chocolate Hills, unas colinas o formaciones calizas cubiertas de verde que se encuentran en el municipio de Carmen.




Otro de los atractivos turísticos de Bohol es la reserva de primates Tarsier. Este pequeño animal del orden de los primates vive en la zona tropical del sur de Sumatra, la isla de Borneo y en algunas islas de Filipinas. Pesa poco menos de 100 gramos cuando es adulto y es difícil de ver por sus hábitos nocturnos.


En Bohol se aprecia un cuidado y mentalización por la conservación de la naturaleza. Es frecuente apreciar replantaciones forestales.


                                     
                                            Bosque de mahuganes


Otra atracción turística es pasear en barcaza por el río Loboc, un ecosistema igualmente interesante. Con comida a bordo y una hora de crucero cuesta 800 php, unos 12 €.

                                            Río Loboc

                                                             arrozal

Decidimos instalar nuestro cuartel general en la isla de Panglao, más pequeña que Bohol y unida a esta por un puente. Panglao es famosa por sus playas. A esta actividad, a la organización y a la hostelería se dedican sus habitantes. Alona beach o White beach son dos ejemplos de ello.


                                                 Alona beach

El turismo en esta latitudes es mayoritariamente japonés, coreano y chino. La cartelería, los negocios enfocados a ellos y algunas tiendas así lo enseñan.

                                                    Alona beach


Nos despedimos de Filipinas con un apunte sobre su gastronomía. La cocina filipina que hemos conocido es variada pero su promoción se centra en platos títpicos como el sisig.


                                                      Sisig

El sisig tiene variedades, la más conocida es la de cerdo. El arroz siempre está presente. Con una cola 2 €.
El seafood es otro plato muy repetido en los menús, normalmente es atún aliñado con una salsa de soja y acompañado por arroz.
Son también típicas en los menús las sopas, con una gran variedad de componentes. Para mi gusto las de pescado y las vegetales son las más gustosas. Aquí se las llama Sinigang y, de entre ellas la sinigang na baboy ( sopa de cerdo y tamarindo) es la más popular.


                                  Sopa de verduras y tortilla de de champiñones

                        Sopa de verduras con huevo escalfado y longaniza

La longaniza, así escrita, es un plato típico de Vigán. Otros platos típicos son el Pinakbet (carne de cerdo salteada con ajo, cebolla y jengibre), lechón manok (cochinillo), Adobo (carne guisada de pollo o cerdo con salsa de soja, pimienta y vinagre).




jueves, 22 de marzo de 2018

Etapa 6. Cebú

Etapa 6ª. Cebú


     El día anterior a nuestra salida para Cebú, tuvimos la oportunidad de visitar la sede del instituto Cervantes en la Ayala Tower de Makati . No hubo oportunidad de extendernos en nuestro interés por saber sobre la presencia de España en este país asiático. Los profesores estaban en ese momento atareados en sus quehaceres docentes. Una profesora que nos atendió coincidió con nosotros sobre la ausencia de la lengua española en Filipinas. Parece extraño que después de tres siglos de colonialismo no haya permanecido la lengua. Tal vez la lengua española estuvo restringida a los ámbitos más urbanos. Tal vez la población filipina no la adoptase como propia en ningún momento. 

Decimos adiós a la gran Manila. Desde Makati, una de las más modernas ciudades de esta metrópolis filipina nos dirigimos al Aeropuerto. Ya en pleno vuelo, un rosario de islas, algunas de las más de 7000 con forman esta nación aparecen ante nosotros.


En menos de dos horas divisamos el estrecho brazo de mar que separa las islas de Mactán y de Cebú.



Mactán es una pequeña isla situada a tiro de piedra de Cebú. Aquí recalaron los barcos de la expedición de la 1ª vuelta al mundo en 1521. También aquí fue donde Magallanes, al mando de cuarenta y nueve soldados españoles trató de hacer frente a la revuelta de los habitantes de la isla al mando de su líder Lapu-Lapu.
Aquí fue donde mataron a Magallanes. Recomiendo a los que lean este blog la lectura del libro de Antonio Pigafetta: "Viaje alrededor del mundo". Este escritor, navegante y viajero italiano fue uno de los dieciocho supervivientes de la expedición española.

                              Monumento a Magallanes erigido en 1866

Pigafetta en su libro narra el episodio así: "Éramos cuarenta y nueve ...necesitamos andar por el agua un rato antes de ganar tierra. Los isleños eran
mil quinientos y estaban formados en tres batallones, que apenas nos vieron se lanzaron contra nosotros...comprendiendo los indios que sus golpes a la cabeza o al cuerpo no nos dañaban por la protección de la armadura, pero que las piernas estaban indefensas, a ellas nos tiraron fechas, lanzas y piedras tan abundantes que no pudimos resistir... Nos retiramos lentamente combatiendo siempre...Como conocían a nuestro capitán, contra él principalmente dirigían los ataques, y por dos veces le derribaron el casco... Duró el desigual combate casi una hora. En fin, un isleño logró poner la punta de la lanza en la frente del capitán... quiso sacar la espada pero no pudo por estar gravemente herido en el brazo derecho; diéronse cuenta los indios, y uno de ellos, asentándole un sablazo en la pierna izquierda le hizo caer de cara, arrojándose entonces contra él. Así murió nuestro guía, nuestra luz y nuestro sostén."
La muerte de Magallanes tuvo lugar el 27 de abril de 1521.

                                Monumento al rey de Mactán, Lapu-Lapu

La expedición española formada por cinco navíos con 237 hombres partió de España el 10 de agosto de 1519. El Cano regresó a España con otros 17 hombre, entre ellos Antonio Pigafetta, el 6 de septiembre de 1522.


                                 Iglesia del Santo Niño. Cebú

Cebú es, por historia y por población una de las principales ciudades de Filipinas. Es, sin embargo, una ciudad ruidosa, contaminada hasta límites de hacer difícil la respiración, el asfalto sucede al asfalto, el verde está casi ausente, las aceras se han perdido. En resumen, un caos de ciudad, no recomendable para estómagos delicados. Es, sin embargo la primera ciudad española en Asia, Fue la primera capital de Filipinas antes de que Manila recibiera ese título. Cebú tiene pocos atractivos turísticos. De entre ellos reseñaremos el fuerte S. Pedro, la catedral, la iglesia del Santo Niño, de gran tradición y devoción, la llamada Cruz de Magallanes, un templete que cobija una réplica de la cruz dejada por la primera expedición española al mando del marino portugués y, tal vez, el llamado templo de Leah, un excelente mirador para contemplar a esta enorme ciudad que se desparrama ladera abajo hasta el mar.

                                             Cruz de Magallanes

La primitiva ciudad de Cebú fundada por Miguel López de Legazpi estuvo defendida por el fuerte S. Pedro, una coqueta fortaleza triangular situada en la costa.






domingo, 18 de marzo de 2018

Etapa 5. Pinatubo

Etapa 5. Pinatubo

      Salimos de Vigán rumbo sur por la carretera conocida como MacArthur Highway. Santa María, S. Esteban, Santiago de Ilocos, Santa Lucía, S. Fernando, todo un rosario de ciudades hispanas que jalonan la ruta. Es también un recorrido lento y cansino. El intenso tráfico se ve acompañado de un rosario casi interminable de triciclos ruidosos. Pareciera que todos los filipinos van en triciclo. Sin ánimo de ofender, en Filipinas llama mucho la atención del viajero este vehículo motorizado con sidecar y la chancla. Todo el mundo va en chanclas, incluidos los trabajadores de obras públicas. El pico y la pala y las chanclas aquí si casan. Las usan indistintamente hombres y mujeres, niños y ancianos. Las zapaterías aquí parecen un negocio ruinoso.
El terreno que atravesamos es llano, fértil y costero. Es también una zona agrícola donde triunfa el arroz y los maizales. Extensos arrozales se extienden a ambos lados de la carretera.


El objetivo de esta ruta que nos hemos trazado es la localidad de Capas, al norte de Ángeles, ciudad famosa entre otros menesteres por haber acogido la  base norteamericana de Clark. Hoy es un aeropuerto filipino utilizado por las fuerzas aéreas de este país.
Capas es además el punto de partida de los tours organizados al volcán Pinatubo. Nosotros, muy atrevidos, decidimos avanzar un poco más y buscamos el amparo de la localidad de Santa Juliana, una pequeña aldea que también sirve de trampolín hacia el volcán. 
La aventura desde aquí se inicia a las 6,30 horas de la mañana. El recorrido en 4x4 es el único posible por un valle de inundación tapizado de gravas y arenas volcánicas y atravesado por mil y un regatos y arroyos que se deslizan pendiente abajo por las laderas del volcán.



Son unos 30 kilómetros que discurren por una amplísimo llanura en ascenso permanente. Más de un kilómetro de llanura fluvial flanqueada por paredes de gravas, arenas y cenizas que con el pasar de la distancia se estrechan hasta impedir el avance los los coches.



Es el momento de poner pie a tierra y avanzar por un  estrecho camino surcado por pequeños cursos de agua que bajan pendiente abajo desde la cumbre. Estos tres últimos kilómetros de camino ascendente se hacen de manera poco exigente.


La recompensa es la llegada al cráter del volcán, un lago de unos dos kilómetros de diámetro que ocultan la boca de la bestia.
En 1991 se registró la última erupción de este estratovolcán que, en la actualidad se eleva por encina de los 1400 metros sobre el nivel del mar.







jueves, 15 de marzo de 2018

Etapa 4. Vigan

Etapa 4ª. VIGÁN

La salida de Banaue es más complicada si cabe que la entrada. Los transportistas del lugar son los protagonistas de la oferta y precios. 
El viaje a Vigán se convierte en una etapa aventurera y agotadora. Un jeepney te lleva hasta Bontoc por el equivalente a 2,30 euros, eso sí, el engendro no sale hasta que no se llena. Embutidos se viaja hasta Bontoc en una hora y media. No existen las rectas ni el terreno llano, o subes o bajas pero siempre te balanceas.
El terreno que observamos en marcha es pura montaña. Vegetación selvática, torrenteras chorreando sobre el asfalto a cada trecho, bancales aterrazados donde verdea el arroz. Es un paisaje donde sólo se encuentra población dispersa en pequeñas aldeas o en casa diseminadas a pie de carretera. La soledad del camino se interrumpe con la presencia de personajes pintorescos. 


En Bontoc, nos espera una furgoneta (aquí la llaman Van) para trasladarte hasta Bouko. Se vuelven a repetir las mismas circunstancias anteriores. Llegados a Bouko, otra furgoneta nos traslada a hasta la localidad de Cervantes. Un  atrevimiento llamar así a una villa donde nadie habla español. 




                                                          Bayyo

                                                Cervantes

La última furgoneta que nos espera nos llevará hasta Tagudín, localidad que conecta con la carretera Manila-Vigan. Aquí un autobús nos llevará hasta nuestro destino. Una auténtica carrera de obstáculos que comenzó a las 8,00 de la mañana y finaliza a las 19,00 horas.
Vigán se despierta para nosotros con el clarear del día. Una de las mejores ciudades coloniales españolas en Asia. Las hay mejores en Hispanoamérica, pero esto es el sudeste asiático.
El entramado urbano de Vigan responde a los cánones exportados por España al resto de su imperio colonial. La calle principal está dedicada al abogado y político Floro Crisólogo, natural y vecino de Vigán. 

                                            Calle Crisólogo

Restaurantes, tiendas, hoteles y edificios abandonados se alternan en este espacio. Es una calle peatonal, tal vez la única que hay en Vigán. 
El sabor colonial español se aprecia en la estructura de los edificios y en la organización de sus elementos y espacios. Cornisas salientes, enrejados en las ventanas, balconadas de madera al modo canario, entrada de carruajes, patios interiores ...




Hay sin embargo muchos elementos que restan vistosidad. La conservación de muchos edificios es deficiente, el cableado urbano enmarañado, el tráfico constante y enorme que soportan hace de esta ciudad un espacio ruidoso y humeante donde el tráfico gana el derecho al peatón.





                                       Catedral de Vigán


Las tardes en Vigán caen al ritmo solar. A medio día es una ciudad desierta. El sol es un justiciero demasiado implacable como para desafiarle en estas latitudes, pero cuando el astro cae las calles se llenan de jóvenes atentos al espectáculo del atardecer, su fuente de colores, que crece y se desarrolla al ritmo de la música de "despacito".


Con el despertar, decimos adiós a la capital de la provincia de Ilocos Sur y continuamos nuestro viaje por la costa oeste de la isla de Luzón.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Etapa 3. Banaue

Etapa 3ª. Banaue


En el interior de la isla de Luzón, a mitad de camino entre Baler y Vigan, se encuentra la población de Banaue. Llegar a este nido de águilas es fatigoso, lento y requiere mucha paciencia. Una furgoneta que te puede hacer un servicio privado,te saca de Baler por 1500 pesos filipinos (23 euros) y te traslada en dos horas hasta la localidad de San José. Allí debes tomar un jeepney, engendro de jeep y furgoneta, para llegar hasta Luzón. Otro más te llevarán hasta Lacaue y, por último con un tercero lograrás llegar a la meta.


Las calles y casas de Banaue se agarran a las laderas de las montañas. Algunas adoptan equilibrios imposibles. No hay espacio llano para construir, tampoco para la agricultura, así que hay que ingeniárselas para solucionar este problema. El urbanismo lo consigue anclando las construcciones sobre pilotes de hormigón armado. Los agricultores aterrazan las laderas para cultivar arroz.




Banaue es un lugar difícil de describir. Esta localidad del interior filipino vive del campo y, de manera principal, del turismo. La explotación turística de los arrozales de Banaue y Batad ha originado un tráfico de turistas y, consecuentemente, la construcción de hospedajes improvisados, pequeños restaurantes, tiendas de todo tipo y otros negocios. El problema de la falta de capital de inversión hace que las infraestructuras que se levantan sean precarias y carentes de grandes comodidades. Una wifi en Banaue se aprecia mucho por su escasez.

                                         Terrazas de arroz de Batad



Batad es una aldea situada a unos 13 kilómetros de Banaue. Sus famosas terrazas atraen mucho turismo, mientras la vida de los lugareños continúa a ritmo sosegado. Cuenta con su propio colegio de enseñanza elemental. Los niños, disciplinados, guardan la fila para entrar en clase. Salen al recreo y aprovechan para comer en una pequeña tartera de plástico que su madre les entrega siempre rellena de arroz y, tal vez, un trozo de pollo frito. No usan cubiertos para comer, nunca se quejan de nada y siempre se les ve sonrientes.





Las terrazas de Batad no son las únicas que podemos visitar. En las proximidades de Banaue encontramos otros ejemplos de ello, algunas de estas están reconocidas por la UNESCO.




El mes de marzo es el momento de la plantación en esta zona de Luzón y, según nos cuentan los lugareños, el mejor momento para visitarlas es el mes de abril.



La oferta hotelera y de restauración en Banaue es limitada en cantidad y calidad. Los precios fluctúan en función del momento, aunque es posible encontrar habitación por unos 10 euros.