miércoles, 14 de marzo de 2018

Etapa 3. Banaue

Etapa 3ª. Banaue


En el interior de la isla de Luzón, a mitad de camino entre Baler y Vigan, se encuentra la población de Banaue. Llegar a este nido de águilas es fatigoso, lento y requiere mucha paciencia. Una furgoneta que te puede hacer un servicio privado,te saca de Baler por 1500 pesos filipinos (23 euros) y te traslada en dos horas hasta la localidad de San José. Allí debes tomar un jeepney, engendro de jeep y furgoneta, para llegar hasta Luzón. Otro más te llevarán hasta Lacaue y, por último con un tercero lograrás llegar a la meta.


Las calles y casas de Banaue se agarran a las laderas de las montañas. Algunas adoptan equilibrios imposibles. No hay espacio llano para construir, tampoco para la agricultura, así que hay que ingeniárselas para solucionar este problema. El urbanismo lo consigue anclando las construcciones sobre pilotes de hormigón armado. Los agricultores aterrazan las laderas para cultivar arroz.




Banaue es un lugar difícil de describir. Esta localidad del interior filipino vive del campo y, de manera principal, del turismo. La explotación turística de los arrozales de Banaue y Batad ha originado un tráfico de turistas y, consecuentemente, la construcción de hospedajes improvisados, pequeños restaurantes, tiendas de todo tipo y otros negocios. El problema de la falta de capital de inversión hace que las infraestructuras que se levantan sean precarias y carentes de grandes comodidades. Una wifi en Banaue se aprecia mucho por su escasez.

                                         Terrazas de arroz de Batad



Batad es una aldea situada a unos 13 kilómetros de Banaue. Sus famosas terrazas atraen mucho turismo, mientras la vida de los lugareños continúa a ritmo sosegado. Cuenta con su propio colegio de enseñanza elemental. Los niños, disciplinados, guardan la fila para entrar en clase. Salen al recreo y aprovechan para comer en una pequeña tartera de plástico que su madre les entrega siempre rellena de arroz y, tal vez, un trozo de pollo frito. No usan cubiertos para comer, nunca se quejan de nada y siempre se les ve sonrientes.





Las terrazas de Batad no son las únicas que podemos visitar. En las proximidades de Banaue encontramos otros ejemplos de ello, algunas de estas están reconocidas por la UNESCO.




El mes de marzo es el momento de la plantación en esta zona de Luzón y, según nos cuentan los lugareños, el mejor momento para visitarlas es el mes de abril.



La oferta hotelera y de restauración en Banaue es limitada en cantidad y calidad. Los precios fluctúan en función del momento, aunque es posible encontrar habitación por unos 10 euros.


2 comentarios:

  1. Que fotos más chulas y que bien explicado todo, entran ganas de seguiros. Un gran abrazo a los dos.

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